Parasyte #8

¡Ser los mejores del mundo hasta ahora era solo un sueño! ¡Para cumplirlo, han reunido a 300 delanteros egoístas!

En el Mundial de 2018, Japón no pasó de dieciseisavos… Tras este fracaso, y con la intención de conseguir que Japón ganase por fin una Copa del Mundo, la Asociación de Fútbol de Japón reunió a 300 delanteros de ligas estudiantiles en unas instalaciones de entrenamiento llamadas “BLUE LOCK”. Su entrenador, Jinpachi Ego, afirma que lo que Japón necesita es un “delantero movido por el egoísmo”.

Poco a poco, el hasta ahora desconocido delantero, Yoichi Isagi, y sus compañeros, irán convirtiéndose en esos egoístas capaces de alcanzar la victoria.

El protagonista ha ido a BLUE LOCK para intentar cambiar su vida, pero, por el momento, está teniendo bastantes problemas para adaptarse al nivel del programa. Su arma es su impresionante percepción espacial.

Durante la “Batalla de rivalidades” de la segunda selección, en la que el equipo ganador podía robarle un miembro al perdedor, Isagi y Nagi, quienes perdieron contra el delantero de élite Rin Itoshi y tuvieron que entregarle a Bachira, juraron reponerse y mejorar en el siguiente partido. Ahora bien, si pierden, estarán al borde de la eliminación.

Su oponente en esta decisiva batalla 2 contra 2 en la que se pondrán a prueba sus poderes individuales será Shouei Barou, el máximo goleador del antiguo Edificio 5. ¡Isagi, por su parte, aspira a estar en el “bando de los prodigios” y, para ello, tendrá que vencer en 1 contra 1 al rey Barou!